DONATA Entrevista - Fran Parente

En 2021 entrevistamos a uno de los grandes fotógrafos brasileños cuando el tema es la arquitectura. Fue a través del MW Apartament de Arthur Casas, en Recife-PE que conocimos a Fran Parente, quien, además de ser fotógrafo, es licenciado en arquitectura.

Mirando las fotos de MW Apartament, podemos ver que la forma en que se usó la luz en las fotografías completó y compuso todo el retrato agregando mucho valor al ambiente. Cuál es tu opinión personal y técnica relacionada a la luz (natural o artificial) en la fotografía de arquitectura.

El placer fue todo mío, en primer lugar gracias por el interés en hablar un poco más sobre el proceso detrás de escena de la creación de las imágenes. Los espacios tienen diversos momentos a lo largo del día y esos espacios cambian según el tiempo, la hora y el clima. Creo que la luz natural añade mucho más valor al entorno, porque la atención se centra en todo el espacio y en cómo la luz "pasea" a través del espacio. La luz artificial, la mayoría de las veces desvía la vista hacia la lámpara, hacia el techo, y las sombras también son mucho más llamativas. Existe el ambiente de la foto nocturna, pero muy pocas de ellas quedan bien.

Los desafíos corren en el ADN de casi todos los grandes nombres de la fotografía, la búsqueda de la mejor luz, composición, marco, entre otros detalles. Con eso, creemos que contigo no es diferente, ¿podrías decirnos cuál fue el proyecto más desafiante de tu carrera?

Hay muchos factores y decisiones que deben tomarse en el momento de la foto. Por mucho que exista un planeamiento previo, no siempre es posible visitar el proyecto antes de la sesión. Así que los retos son diarios, por dónde empezar, qué espacio tiene la mejor luz matutina, qué lugar se valora más en ese momento. No puedo clasificar el proyecto más desafiante que he encontrado. Todos se consideran nuevos y se tratan con la misma prioridad.

¿Dónde buscas referencias y quién te inspira como profesional?

Busco referencias en internet, en libros, exposiciones, vida cotidiana. Siempre digo que la fotografía es el equipaje de la vida y las horas de vuelo. Cuanto más consumas de imágenes, libros, vida diaria, más incorporas esto en tu trabajo. De los fotógrafos más antiguos, definitivamente Julius Shulman y Marcel Gautherot.

Vimos que tienes una larga trayectoria dentro de la fotografía, ¿de dónde viene tu pasión por la fotografía arquitectónica y de interiores?

Siempre me ha gustado la fotografía, siempre he grabado muchas cosas cuando viajé y, en retrospectiva, siempre registré más edificios que personas. El punto de inflexión fue cuando estaba en mi último año de universidad y haciendo una pasantía en Triptyque. Después de 6 meses de prácticas profesionales tuve la oportunidad de pasar una tarde fotografiando un edificio que acababa de ser terminado, fue entonces cuando me di cuenta que me gustó la experiencia, después de eso me dediqué 100% a la fotografía de arquitectura. Era 2007, estaba en mi último año de universidad y comencé a fotografiar para amigos que estaban haciendo pasantías en algunas oficinas más pequeñas.

Con la evolución de las formas de comunicación y las redes sociales, las fotografías se han convertido en parte de nuestra vida cotidiana, y ahora es mucho más accesible para el arquitecto y cualquier otro profesional tomar un retrato. Analizando su propia línea de tiempo en Instagram, notamos numerosos cambios desde su primera foto en 2011. Para ti, ¿cuál es el papel de la fotografía en el mundo a lo largo de los años?

La fotografía ha evolucionado con el tiempo de algo más documental a algo con más libertad creativa. Podemos contar diferentes historias al mismo tiempo y lugar, con las diferentes visiones de los fotógrafos. La fotografía tiene varios roles, desde contar una historia real y documentar esta realidad, hasta alimentar sueños.

Estamos atravesando una pandemia global en la que muchos de nosotros hemos estado confinados en interiores durante mucho tiempo. ¿Cómo fue este período para ti, te hizo observar las cosas de manera diferente? ¿Qué cambia en la visión de Fran Parente sobre la fotografía en medio de este período?

El período fue un período de reflexión extrema para muchas personas, creo que fue un período de evolución para algunas personas, para otras, nada cambió. Fue una época difícil en cuanto al trabajo, porque era una época en la que la gente valoraba cada vez más el espacio del hogar, y para ello consumían cada vez más imágenes de casas y nos limitábamos a producir este tipo de contenidos. Todavía estamos en un momento delicado, con una esperanza de mejora, pero ya entiendo cómo vivir y producir en este período restringido. La fotografía demostró ser más fuerte que nunca en este período y se hizo cada vez más necesaria en la vida de las personas. Lo que cambia es que el consumo de imágenes será cada vez mayor y los profesionales que hoy podemos llamar creadores de contenido, tendrán que crear su propio contenido.